El yoga facilita la creación de nuevos hábitos

El cerebro desarrolla conexiones cerebrales - que eventualmente se convierten en comportamientos o hábitos -, basado en nuestras elecciones y experiencias. Entre más practiquemos una actividad o traigamos un tipo de pensamientos a nuestra mente, el cerebro crea más conexiones de ese tipo.

Por eso la forma más efectiva de moldear nuestro cerebro es a través de cambios en el comportamiento.

–Nueva experiencia-nuevo comportamiento-nueva conexión-más conexiones-comportamiento- 

Nuestra mente es el depósito de las huellas de nuestras acciones, aquellas acciones con plena consciencia son las que dejan mayor huella, es decir aquellas realizadas con una intención. Y todos tenemos la capacidad de fortalecer o eliminar determinadas acciones o hábitos, dejando huellas positivas y conscientes.

La ciencia moderna nos muestra que el cerebro mantiene esa capacidad de cambiar y reestructurar su funcionamiento a lo largo de nuestra vida (neuroplasticidad) haciendo posible romper viejos hábitos y patrones que no nos favorecen.

 El yoga tiene un inmenso potencial sobre el autocontrol y la autorregulación incrementando la conexión mente cuerpo: las asanas (posturas), los pranayamas (ejercicios de respiración) y mudras (gestos con las manos y dedos durante la meditación) incrementan la consciencia corporal (introspección). Esta información afecta el sistema nervioso autónomo que es el encargado de cambiar nuestros pensamientos, crear vías neuronales y mejorar la autorregulación.  Por otro lado, la meditación, el movimiento consciente y una vida intencional basada en la filosofía yóguica incrementa nuestra atención, incrementar nuestra atención ayuda al sistema nervioso a regularse y mantener su funcionamiento más eficiente.

(Fuente: Science of Yoga: Understand the Anatomy and Physiology to Perfect Your Practice, Ann Swanson)

Cualquier estilo de yoga tiene la capacidad de incrementar la neuroplasticidad cerebral, sin embargo, aquí van algunos tips que pueden mejorar los resultados.

Incrementa tu intensidad: práctica secuencias de moderada a alta intensidad, por ejemplo los saludos al sol.

Cambia tu rutina: cambiar de forma intencional y consciente tu práctica de yoga beneficia la conexión mente cuerpo, por ejemplo, experimenta un nuevo pranayama o una meditación con visualización nueva en tu práctica habitual.

Medita, medita y medita: está demostrado que la meditación ayuda a construir más materia gris en tu corteza cerebral, la materia gris es la zona que ocupa el cuerpo de las neuronas y se encarga del procesamiento de la información.

Únete a una clase: moverse en grupo siguiendo las instrucciones del profesor activa las neuronas espejo, involucradas en la imitación del movimiento y la compasión.

Practicar mudras: los mudras o el yoga de las manos, son gestos que requieren concentración y consciencia. Estimulan áreas cerebrales relacionadas con el tacto agudo y las habilidades motoras finas.

El yoga al promover la consciencia plena y la creación de nuevos patrones cerebrales nos ayuda cultivar mejores hábitos, tomar mejores decisiones y enfrentar la vida con una actitud más positiva.

¿Qué hábito te está costando implementar? Anímate a practicar yoga y a transformar tu vida. Estamos aquí para guiarte.

 Por Dra. Noelys Hernández.